A la hora de elegir los diferentes elementos de tu hogar son muchas las cuestiones que debes tener en cuenta, pero podemos resumirlas en tres: estética, funcionalidad y precio. Claro que en cada una de las piezas estas tres claves tendrán un peso diferente. Por ejemplo, en el sofá buscarás funcionalidad, que se puede traducir en comodidad, sin olvidar la estética y el precio, mientras que en cualquier objeto decorativo lo más importante será su imagen. A la hora de escoger una cama hay un detalle muy importante al que no siempre se le presta atención. Nos referimos a qué medida elegir para las patas del somier.
¿Qué medida debes elegir para las patas del somier de tu cama?
Las patas de una cama no solo son una cuestión estética, sino que también se pueden utilizar para crear un espacio debajo del somier para almacenar distintos objetos. Además, dependiendo del tamaño elegido puede facilitar la limpieza de bajo de la cama. En la actualidad existen robots que se encargan del aspirado de la casa de manera automática y puedes facilitar que accedan a ese espacio que ya hemos mencionado.
Aunque las medidas de las camas y de los colchones son más o menos estándar, lo cierto es que no sucede lo mismo con la de las patas de los somieres. En la actualidad, la altura de la cama suele ser de unos 65 centímetros, algo que permite que puedas apoyar tus pies en el suelo si estás sentado al borde de la cama, siempre que tengas una estatura media. Esta medida es relativamente nueva, ya que antes solía ser de unos 90 centímetros, lo que llevaba a que las piernas quedasen colgadas.
¿Qué es mejor una cama alta o baja?
Como hemos visto, la altura de las camas va cambiando con el tiempo y tampoco es la misma para todas las edades. ¿Qué queremos decir? Por ejemplo, ahora están muy de moda las conocidas como camas Montessori. Son aquellas que están en el suelo o son muy bajas y están pensadas para los niños más pequeños.
La metodología que acabamos de mencionar busca entre otras cosas que los niños sean autónomos y ese tipo de camas favorece que el pequeño pueda acostarse y levantarse solo. Además, también evita los accidentes nocturnos, ya que aunque se caiga de la cama en mitad de la noche no sufrirá ninguna clase de daño.
Estas camas a ras de suelo también son habituales en las decoraciones asiáticas y hay personas que las encuentran muy cómodas y estéticas. Sin embargo, no parecen apropiadas para una persona mayor o con problemas de movilidad.
Las camas altas como hemos comentado tienen la ventaja de que pueden ocultar cajas debajo. No obstante, si tienes un problema de espacio te recomendamos que optes por un canapé. Es una solución de almacenaje excelente, que te permitirá mantener tus objetos ordenados y libres de polvo.
Las camas muy altas, con esos 90 centímetros o más que ya hemos comentado, pueden resultar muy decorativas, pero piénsatelo bien antes de apostar por ellas, puesto que pueden resultar incómodas para el día a día. La razón es que no subirás a ellas con facilidad y hay momentos en los que podrías llegar a sentirte agobiado.
¿Cuál es la mejor altura? Es cuestión de gusto y funcionalidad, intenta analizar pros y contras de todos los modelos para tomar la mejor decisión posible.
¿Qué altura de patas de somier son las más habituales?
En el mercado puedes encontrar patas de somier altas y con medidas personalizadas. No obstante, lo habitual es que en la mayoría de las tiendas puedas adquirir modelos estándar, que suelen medir 25, 30 y 35 centímetros.
Además, para regular la altura del somier, algunas patas se pueden ajustar más o menos. Debes tener en cuenta que lo normal es que las patas se vendan en juegos de al menos cuatro piezas.
Por supuesto, antes de elegir las patas debes comprobar que son compatible con tu somier, ya que no siempre lo son. Piensa que los diferentes modelos que encontrarás en el mercado cambian en cuanto a la medida del tornillo y la rosca. Si además la pata la quieres para sustituir otra que se ha roto, esta cuestión será aún más importante.
¿Es difícil colocar las patas de un somier?
Si te vas a encargar tú mismo de colocar las patas al somier, no te preocupes, es bastante sencillo. Lo normal es que cuentes con instrucciones que te guíen en todo el proceso.
Aunque no es complicado, te recomendamos que montes las patas con ayuda de otra persona, así si tienes que levantar o mover el somier en algún momento te resultará más fácil. Por supuesto, también puedes hacerlo solo, pero te costará un poco más. Ahora que ya sabes qué medida elegir para las patas de un somier, solo te queda elegir el modelo que necesitas.