Es importante tener en cuenta que algunas sustancias químicas pueden ser tóxicas a ciertos niveles de exposición, pero seguras a otros niveles. Por lo tanto, es importante buscar información detallada y fiable antes de tomar una decisión sobre la seguridad de tu colchón.
Para determinar si un colchón tiene sustancias químicas tóxicas, debes seguir los siguientes pasos:
- Lee las etiquetas: estas incluyen información sobre los materiales utilizados en su fabricación. Si ves alguna sustancia química mencionada en la etiqueta, puedes buscar más información sobre ella y determinar si es tóxica o no.
- Busca sellos de certificación: Algunos colchones están certificados por organizaciones de terceros que verifican que cumplen con ciertos estándares de calidad y seguridad. Algunos a considerar son CertiPUR-US, Greenguard y Oeko-Tex.
- Pide un informe de sustancias químicas: Algunas empresas de colchones proporcionarán un informe de sustancias químicas a solicitud del cliente en donde se detallarán los materiales utilizados en la fabricación del colchón y si contienen sustancias químicas tóxicas.
- Consulta a un experto: Si todavía tienes preguntas o dudas sobre la seguridad de tu colchón, puedes consultar con un experto en productos de descanso o con un profesional de la salud.
¿Como eliminar las sustancias químicas tóxicas de un colchón?
Realmente, no es posible eliminar completamente las sustancias químicas tóxicas de un colchón.
No obstante, si sospechas que contiene componentes perjudiciales y deseas evitar exponerte a ellas, una opción es reemplazar tu colchón por uno que cumpla con los estándares de seguridad y calidad apropiados.
Si no deseas recurrir a esta opción, hay algunas medidas que puedes tomar para reducir su exposición:
- Utiliza una funda protectora de alta calidad y de un fabricante de confianza.
- Emplea una almohada que esté diseñada específicamente para ayudar a protegerte contra la exposición a todas aquellas sustancias químicas potencialmente tóxicas a través de la inhalación de polvo o vapor.
- Airear regularmente el colchón para reducir la acumulación de microbios y gérmenes que puedan ser perjudiciales para la salud y que se transmiten a través del aire.
En cualquier caso, debes tener en cuenta que estas medidas pueden ayudar a reducir la exposición a sustancias químicas tóxicas, pero no eliminarán completamente el riesgo. Si sigues teniendo preocupaciones sobre la seguridad de tu colchón, es posible que debas considerar reemplazarlo.
¿Cuáles son las sustancias químicas tóxicas más comunes en un colchón?
Algunas de las más comunes que se pueden encontrar son:
- Ftalatos: es un plástico suave utilizado como agentes de suavidad y flexibilidad en algunos colchones. Algunos estudios han sugerido que pueden aumentar el riesgo de ciertos problemas de salud, como el síndrome del túnel carpiano y la infertilidad.
- Formaldehído: es un conservante utilizado en algunos colchones para prevenir el crecimiento de moho y bacterias. El formaldehído puede liberarse al aire a través del polvo y el vapor y puede ser tóxico si se inhala en grandes cantidades.
- Bromuro de polibrominado: es un agente ignífugo utilizado en algunos colchones para prevenir el fuego. Algunos estudios han sugerido que puede ser tóxico para el sistema nervioso y el hígado.
- Tris: El tricloroetileno es un agente desinfectante y limpiador utilizado en algunos colchones para eliminar los ácaros y otros parásitos. El tris puede ser tóxico si se inhala en grandes cantidades.
Es importante tener presente que algunas sustancias químicas pueden ser tóxicas a ciertos niveles de exposición, pero seguras a otros. Por tanto, es importante buscar información detallada y fiable antes de tomar una decisión concreta.
¿Cómo evitan los colchones naturales que aparezcan las sustancias químicas tóxicas?
Los colchones naturales se fabrican con materiales como la lana, seda, cáñamo, algodón y látex natural, que no contienen químicos tóxicos.
Estos materiales son menos propensos a desprender sustancias tóxicas que los colchones hechos de espuma de poliuretano u otros materiales sintéticos. Además, muchos fabricantes de colchones utilizan procesos de fabricación ecológicos y sostenibles para reducir al mínimo el uso de productos químicos.
Al elegir un colchón natural, puede reducir el riesgo de exposición a sustancias químicas tóxicas.
Al no contener sustancias químicas tóxicas, los colchones naturales pueden ser una opción más segura para aquellos preocupados por la exposición a estas sustancias, ya que son más transpirables, lo que puede ayudar a mantener el cuerpo fresco y cómodo durante la noche.
También son más respetuosos con el medio ambiente debido a que se fabrican con materiales biodegradables. No obstante, aunque los colchones naturales pueden ser una opción más segura, es importante tener en cuenta que no son adecuados para todas las personas. Algunas personas pueden tener alergias a los materiales naturales utilizados en los colchones naturales, por lo que es importante considerar cuidadosamente sus necesidades y preferencias antes de tomar una decisión.
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