Si te cuesta mucho dormir es probable que el exceso de calor corporal te esté perturbando el sueño.
La falta de sueño afecta a miles de personas cada noche, lo que supone un enorme obstáculo en el proceso de recuperación física y cognitiva del organismo.
Pero si los sudores nocturnos son el principal motivo por el que te desvelas, estás de suerte. Cuando se toman las medidas adecuadas, este problema común puede resolverse rápidamente en muchos casos.
Razones por las que pasas calor por la noche
No cabe duda de que la temperatura corporal y el sueño están estrechamente relacionados.
Hay varias razones posibles por las que puedes despertarte en mitad de la noche o ser incapaz de conciliar el sueño por tener un calor incómodo. He aquí algunas causas a tener en cuenta.
- Dormir en pareja. El doble de cuerpos equivale al doble de calor corporal. Para disminuir este efecto puedes tomar distancia al dormir con tu pareja o invertir en una cama de una talla mayor.
- La cama o el entorno de descanso es demasiado caluroso o húmedo. A veces el problema puede ser tan simple como que la habitación está demasiado caliente. Tanto si el termostato está encendido como si la ventana deja entrar el aire de una calurosa noche de verano, el entorno en el que duermes puede no ser propicio para el sueño.
- Si eres mujer, tus niveles hormonales pueden variar. Antes y durante el ciclo menstrual aumenta la sudoración, sobre todo por la noche. Esto se debe a cambios en los niveles hormonales y a un ligero aumento de la temperatura corporal que se produce de forma natural. Durante la menopausia, los sofocos y los sudores nocturnos son efectos secundarios frecuentes.
- Tu cuerpo no se ha adaptado a una nueva rutina de ejercicios. El ejercicio tiene muchos beneficios, uno de los cuales es el aumento del metabolismo. El metabolismo influye en muchos aspectos del organismo, incluida la regulación de la temperatura. Si has empezado un nuevo régimen de ejercicio o es demasiado intenso, tenga en cuenta que puede interrumpir temporalmente la capacidad de su organismo para regular correctamente la temperatura durante la noche.
- Estás luchando contra una enfermedad o infección. Aparte de algunas enfermedades, como la fiebre, que provocan por sí solas sudores nocturnos, muchos medicamentos también tienen efectos secundarios. Algunos medicamentos, como los antidepresivos y los bloqueantes hormonales, pueden provocar sudoración excesiva durante la noche. Si notas episodios extremos de sudoración excesiva al empezar a tomar un nuevo medicamento, es importante que consultes a un médico inmediatamente.
¿Cómo disminuir el calor al dormir?
Nuestros ritmos circadianos, regulados por nuestro reloj biológico natural, nos indican cuándo es hora de levantarnos y cuándo de dormir.
También controla nuestros niveles hormonales y funciones corporales.
Cuando llega la hora de acostarse, baja la temperatura corporal aproximadamente un grado para prepararnos para el sueño.
Nuestro cuerpo está hecho para descansar a una temperatura ligeramente más fresca durante el sueño, así que, si te despiertas empapado en sudor, prueba algunos de estos trucos para reducir el calor y mantenerte fresco mientras duermes:
- Invierte en un colchón con una capa de gel refrescante o transpirable 100%. La capa superficial de estos colchones está compuesta por pastillas de «Gel» con memoria en la parte superior de la funda. Se trata de una espuma fría capaz de mantener constante la temperatura del colchón, haciéndolo fresco especialmente en ambientes calurosos y secos, gracias a las micropartículas de «Gel» que absorben rápidamente el calor. Los colchones transpirables ayudan a la circulación del aire y el sudor.
- Invierte en ropa de cama y pijamas transpirables. Si tienes sábanas gruesas y usas pijamas pesados en la cama, considera la posibilidad de probar ropa de cama y de dormir transpirable. Las sábanas que absorben la humedad y la ropa fina pueden ayudarle a sentirse más fresco durante los sudores nocturnos. Asegúrese de que toda la ropa de cama y los accesorios para dormir mejoran la circulación del aire y están diseñados para evaporar rápidamente la humedad.
- Date un baño caliente. Aunque darse un baño o una ducha caliente pueda parecer contraproducente, este sencillo truco le ayudará a refrescar el cuerpo después de salir y secarse. La disminución del cambio de temperatura ayudará a regular tu cuerpo antes de irte a dormir.
- Mantén las persianas cerradas. La luz solar calienta la habitación de forma natural cuando sale el sol por la mañana. Asegúrate de que las contraventanas están cerradas y considera la posibilidad de invertir en cortinas opacas para bloquear la luz y el calor no deseados hacia el final de la noche.
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