Dormir bien no sólo es importante para el desarrollo de los niños sino esencial. El cuerpo de los niños todavía se está desarrollando físicamente: los niños pequeños, por ejemplo, pueden crecer hasta 1,5 cm en una sola noche. Esto significa que necesitan dormir más que los adultos: entre 10 y 14 horas, según la edad. Esto se debe a que el cuerpo entra en «modo de reparación» durante este periodo, por lo que dormir bien es vital para que tu hijo desarrolle huesos, músculos y articulaciones sanos.
Y no sólose trata del crecimiento físico. Los estudios han demostrado que cuando los niños duermen bien mejoran su comportamiento, su memoria, su capacidad de aprendizaje y su salud mental y física en general. En cambio, no dormir lo suficiente puede provocar problemas de comportamiento, obesidad infantil, hipertensión arterial y problemas de salud mental.
Sin embargo, incluso si se cumplen todos estos requisitos, un colchón inadecuado puede causar problemas.
Elegir un colchón para un niño no es tan sencillo como elegir uno para adultos. Por ello, se exponen los aspectos principales a tener en cuenta.
1. ETAPA DE LA VIDA
El primer punto a considerar es que será necesario reemplazar la cama del niño a medida que crezca y se desarrolle, siendo necesario un colchón adaptado a las nuevas medidas de la cama. Los bebés empiezan utilizando un colchón de cuna y generalmente entre los 18 y 36 meses pasan a una cama normal. Realmente no hay un momento específico para realizar esta transición, pero hay distintas señales que pueden indicártelo.
Por ejemplo si está empèzando a trepar fuera de la cuna, o necesita ir al baño con facilidad durante la noche es un buen momento para hacerlo. Se suele cambiar a una cama individual o infantil de aproximadamente 70 x 140 cm, más pequeña si la comparamos con una cama individual estándar, de 90 x 190 cm.
Otra opción es pasar un periodo de transición en el que tu hijo duerma en su colchón de cuna, o en un colchón de cama individual, en el suelo. De esta manera evitamos que se caigan y que se sientan más seguros por la noche.
2. FIRMEZA
La columna vertebral de tu hijo está en constante crecimiento. Por eso es fundamental que se mantenga en una posición neutra para dormir -lo que se conoce como una buena alineación de la columna vertebral- durante la noche. Por eso, los expertos suelen recomendar un colchón de firmeza media para los niños.
Un colchón blando no alineará su cuerpo correctamente, mientras que un colchón firme puede ser demasiado incómodo para que duerman bien.
También hay una razón práctica que respalda esta elección. Nos guste o no, los niños no sólo utilizan sus camas para dormir, sino también para saltar, rebotar, pelear, construir fortalezas, etc. Y un colchón blando va a resistir mucho más tiempo esos golpes.
Dicho esto, la firmeza disminuye con el tiempo. Por eso, aunque muchos de nosotros hayamos dormido en un colchón de segunda mano cuando éramos niños, deberías dar prioridad a la compra de uno nuevo. En pocas palabras, un colchón viejo y hundido carecerá de la firmeza suficiente para un buen crecimiento de la columna vertebral y una buena calidad de sueño en general.
Además, se recomienda sustituir el colchón de un niño cada tres años para edades de entre 3 y 10 años, y cada cinco años en el caso de los niños de 10 a 16 años.
3. MOJAR LA CAMA
Es habitual que los niños menores de cinco años mojen la cama, y puede llevarles algún tiempo aprender a mantenerse secos durante toda la noche. La mejor manera de proteger el colchón de la enuresis es añadir un protector de colchón impermeable.
Los protectores de colchón tienen un faldón elástico que envuelve perfectamente el colchón para protegerlo. Un buen protector tendrá tres capas -una capa absorbente, una capa impermeable y una capa superior para el confort- y será fácilmente desmontable y lavable a máquina.
4. MATERIALES
¿De qué materiales debe estar hecho el colchón de tu hijo? Las opiniones están divididas al respecto, por lo que no hay una respuesta universalmente aceptada a esta pregunta.
Muchos expertos creen que un colchón de muelles es el mejor para proporcionar una buena alineación de su columna vertebral, además de ser más fresco y transpirable. Los colchones de muelles ensacados ofrecen más apoyo, y por tanto son preferibles, en comparación con los colchones de muelles abiertos, más baratos.
Sin embargo, si sus hijos tienden a dar muchas vueltas en la cama, un colchón de espuma viscoelástica puede ser mejor que uno de muelles, ya que este material les mantendrá en una posición más estable durante la noche. Otra razón para evitar los colchones de muelles es que tu hijo sufra de alergias (aunque esto podría mitigarse añadiendo un protector de colchón antibacteriano).
Además, si su hijo tiene calor por la noche, el látex puede ser una alternativa mejor que la espuma viscoelástica, a pesar de ser más cara, ya que es más transpirable y regula naturalmente la temperatura.