¿Cómo debe ser el colchón de la cuna de tu bebé?

A la hora de elegir un colchón de cuna para tu hijo, la seguridad y la comodidad son los factores más importantes a tener en cuenta. Hoy en día existen múltiples tipos de colchones de cuna, cada uno de ellos con distintos grosores, materiales y precios.

También hay algunas normas de seguridad y certificaciones específicas en las que es necesario fijarse al elegir un colchón de cuna y que la hacen por tanto ligeramente diferente al proceso de compra de una cama convencional.

Con tanta información a tener en cuenta, la búsqueda puede resultar abrumadora. Aunque en primer lugar te animamos a que hables con un pediatra para aconsejarte del modelo más adecuado, hemos reunido la información más importante -desde lo más básico hasta los detalles más importantes- para asegurarnos de que aciertes lo máximo posible en tu elección.

Tipos de colchones de cuna

Algunos aspectos en el proceso de compra de una cuna serán similares a la de una cama convencional. Suelen clasificarse en dos categorías: de espuma y de muelles. A continuación, te explicamos cada una de ellas.

De espuma

Estos colchones de cuna tienden a ser populares porque son más ligeros que los de muelle interior y probablemente sean la opción más barata. Suelen venir en diferentes grosores, pero normalmente oscilan entre 3″ y 6″.

Para ayudar a prevenir el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) y la asfixia, es importante elegir un colchón de espuma que sea lo más firme posible.

No es recomendable utilizar un topper o un colchón de espuma viscoelástica, ya que crea una hendidura o bolsa junto a la cabeza del bebé, que puede ser peligroso para su salud.

Muelle interior

Estos colchones cuentan con espirales de acero cubiertas por una capa de espuma, acolchado y tela. Los materiales de mejor calidad serán más pesados y duraderos.

Considerar lo orgánico

Hoy en día, hay una gran variedad de colchones orgánicos disponibles en las tiendas y en línea. Estos todavía pueden ser principalmente de espuma o de muelle interior, sólo que están hechos con materiales orgánicos y totalmente naturales. Algunos de estos materiales incluyen:

  • Algodón orgánico
  • Lana
  • Fibras de coco
  • Polímeros de calidad alimentaria
  • Espuma de origen vegetal
  • Látex natural

Debido a la calidad de los materiales orgánicos y naturales, los colchones de cuna orgánicos suelen ser más caros y no están al alcance de todos los bolsillos.

Los defensores de los colchones de cuna ecológicos y naturales señalan la posible toxicidad de algunos materiales utilizados en los colchones de cuna estándar.

En qué fijarse

  • Compra nuevo. Evita utilizar un colchón de cuna de segunda mano si es posible. Hay un par de razones para ello. Los colchones viejos o desgastados -especialmente los que tienen espuma o relleno- pueden ser un caldo de cultivo de bacterias que pueden afectar a la salud de tu bebé. Además, los colchones más antiguos no son tan firmes, por lo que son un entorno de sueño poco seguro para los nuevos bebés.
  • El tamaño. El tamaño legal de un colchón de cuna es de al menos 70 x 130 cm con un grosor no superior a 15 centímetros. Debes asegurarte de que tu colchón se ajuste perfectamente a tu cuna y quede bien ajustado. Asegúrate de que no haya huecos mayores de dos dedos entre los lados de la cuna y el colchón. Una medida más precisa es no más de 1″ de espacio. Los huecos crean espacios para que la cabeza del recién nacido quede atrapada y pueda asfixiarse.

  • El peso. Los colchones de espuma pesan alrededor de 3,5 kilos, pero pueden pesar hasta 9 kilos, ya que la espuma de poliuretano puede ser más pesada. Los colchones de muelles con espirales son más pesados, entre 7 y 14 kilos.

  • Fundas. Considera la posibilidad de utilizar una funda de algodón transpirable o ecológica (impermeable) para el colchón, para protegerlo de los inevitables accidentes y derrames. Las fundas extraíbles facilitan su retirada y lavado. Asegúrate de que quede bien ajustada y vaya debajo de la sábana de la cuna, lo que evitará que se convierta en un peligro de asfixia.

  • Ventilación. Debes comprar un colchón y una funda de colchón que favorezcan la circulación del aire y permitan a tu bebé respirar con facilidad, sobre todo cuando se ponga boca abajo. Busca rejillas de ventilación especialmente construidas en el lateral del colchón para que el aire fluya.

Colchones de cuna de dos etapas. Es posible que veas algunos colchones comercializados como colchones de cuna de «2 etapas». Esto significa que el colchón es de doble cara y se puede voltear durante las diferentes etapas del desarrollo de tu hijo. Un lado del colchón es más firme para los bebés más pequeños y el otro es más blando para los niños pequeños.

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