¿Estás pensando en rediseñar tu dormitorio o comprar nuevos muebles? ¿Te preguntas qué tamaño elegir para tu nueva cama? En este artículo, desde Relax te damos algunos consejos para escoger una cama en la que pasar noches tranquilas y placenteras.
Una cama adaptada al tamaño de tu dormitorio
¿Te estás preparando para cambiar tu colchón y somier? A la hora de elegir el tamaño de tu nueva cama, asegúrate de que dispones del espacio necesario en tu habitación. Mientras que las camas individuales caben fácilmente en cualquier dormitorio, las dobles requerirán de más espacio.
Comprueba que puedes salir de la cama sin tener que pasar por encima de tu pareja. Para un colchón de 160 cm de ancho, se recomienda un mínimo de 12 m² de espacio, mientras que para un colchón de 180 cm, se requieren más bien unos 16 m².
Si también vas a cambiar el somier, recuerda dejar espacio para las mesitas de noche. Pueden ser independientes o estar integradas en el cabecero, pero sea como sea necesitarán un espacio a cada lado de la cama.
Por último, piensa detenidamente en el acceso a tu nueva cama. Ten en cuenta la posición de las puertas, ventanas, armarios y el resto del mobiliario y asegúrate de que queda espacio suficiente para moverte cómodamente por el dormitorio.
Un tamaño de cama cómodo para una o dos personas
Para dormir bien, tu nuevo colchón debe estar adaptado a tu altura, peso y morfología. En cuanto a la longitud, se recomienda dejar 20 centímetros más que la altura del durmiente más alto para estar cómodo. En cuanto a la anchura, cuanto más espacio tengas, más reparador será tu sueño.
En una noche puedes cambiar de posición hasta 50 veces, así que es mejor que tengas espacio suficiente para darte la vuelta sin caerte ni despertar a tu pareja.
Medidas de cama más comunes
Cada persona tiene sus propias preferencias sobre el tamaño más apropiado para su cama, pero hay algunas medidas comunes en el mercado que pueden ayudarte a orientarte si no sabes muy bien qué elegir.
La cama individual
El tamaño estándar de las camas individuales es de 90 x 190 centímetros. Son camas muy habituales para los niños, en las que pueden dormir cuando todavía son pequeños. A medida que crecen, durante la adolescencia, pueden querer más espacio.
Si no tienes espacio suficiente para una cama doble, el tamaño de 105 x 190 cm, conocido comúnmente como cama de “cuerpo y medio”, puede ser una buena alternativa para tus hijos adolescentes.
La cama doble más común
Cuando en la cama duermen dos personas, se suele optar por un colchón de 135 x 190 centímetros, aunque en los últimos años cada vez son más populares las camas de 150 x 190 cm, que ofrecen un mayor espacio y, por tanto, más comodidad.
Queen o King Size, las camas grandes
Si te gusta tener todavía más espacio cuando duermes, puedes elegir una cama de tamaño más grande. Algunas de las opciones más populares son las camas King Size (200 x 200 cm) y Queen Size (150 x 200 cm).
Los estudios sobre el sueño demuestran que el espacio que ofrecen estas camas grandes reduce el número de despertares nocturnos.
¿Uno o dos colchones para dormir en pareja?
¿Necesitas uno o dos colchones? Esta es otra de las preguntas que te puedes hacer si vas a cambiar de cama y quieres asegurar que tanto tú como tu pareja dormiréis cómodamente.
Gracias a las innovaciones tecnológicas, muchos colchones ofrecen lo que se conoce como “independencia del sueño”. Centradas en las zonas de la espalda, la cabeza y los hombros, las zonas de confort personalizadas se incorporan a los colchones de todos los tamaños. Cada persona se beneficia de un apoyo adaptado a su morfología sin necesidad de una cama aparte.
No obstante, si lo prefieres puedes optar por dos colchones, de manera que dormir de forma independiente esté totalmente garantizado.
Lo mejor siempre es probar los diferentes modelos de colchón con tu pareja y decidir conjuntamente cuál se adaptará más a vuestras necesidades y hábitos de sueño.
¿Cómo colocar el colchón en mi dormitorio?
El dormitorio debe proporcionar comodidad y seguridad, y la orientación de la cama dentro del mismo también puede influir en la calidad del sueño. Aunque lo más habitual es intentar optimizar el espacio y elegir la opción más práctica, también puedes considerar algunos aspectos que mejorarán tu descanso.
Por ejemplo, se recomienda colocar el cabecero contra una pared y orientado al norte para disfrutar de un sueño reparador. Para un despertar enérgico y vital, considera colocar la cama orientada hacia el este, beneficiándote de los primeros rayos de sol.
Además, como ya hemos mencionado anteriormente, aconsejamos mantener suficiente espacio alrededor de la cama para permitir una buena circulación y no sentirte demasiado oprimido.