Las alteraciones del sueño tienen un grave impacto sobre nuestra salud.
En RELAX, te asesoramos para que la elección de tu colchón no sea un obstáculo sino una garantía de tu descanso diario.
A continuación, nos centraremos en la hipersomnia, cuáles son sus síntomas y causas.
¿Qué es la hipersomnia?
La hipersomnia o somnolencia diurna excesiva se define como la alteración del sueño consistente en la sensación diaria de sueño a horas anormales, durante al menos un periodo de tres meses.
Puede presentarse a través de sensación continua de cansancio, sueño y pesadez o torpeza en los movimientos y sentidos. La hipersomnia también puede afectar a la memoria, la concentración y el humor.
En la mayor parte de los casos, la hipersomnia se desencadena como causa de otra enfermedad o es el efecto secundario de la ingesta de determinados fármacos, por lo que resulta fundamental que en caso de presentar los síntomas que a continuación indicaremos, consulte con su médico, con el fin de detectar con rapidez la patología de la que trae consecuencia la hipersomnia, y aplicar el tratamiento idóneo para su solución.
Según el nivel de somnolencia diurna experimentada por la persona, la hipersomnia se puede diagnosticar con grado leve, moderado o marcado.
En particular, el exceso de sueño diurno solo deberá preocuparnos cuando su frecuencia y persistencia no sea coherente con el descanso nocturno, por apreciación de la persona afectada o de su familia.
¿Cuáles son los síntomas de la hipersomnia?
Los principales síntomas de la hipersomnia son los siguientes:
- Hipersomnolencia: Tal y como hemos indicado anteriormente, la principal manifestación de la hipersomnia consiste en que la persona que lo padece tiene una sensación constante y excesiva de cansancio, sueño o pesadez, además de falta de coordinación o torpeza en los movimientos y sentidos.
- Sueño insuficiente durante la noche: Como consecuencia de una somnolencia excesiva durante el día puede ocurrir que no se concilie el sueño durante la noche durante el periodo recomendado, el cual, para una persona adulta se encuentra entre las 7 y 8 horas. Como consecuencia de una mala higiene del sueño, pueden producirse trastornos cognitivos, del humor o fatiga crónica.
- Sueño fragmentado: La interrupción del sueño puede producirse durante un periodo de vigilia largo o casi indetectable para la persona. Cuando el sueño se fragmenta durante periodos prolongados de tiempo, la calidad del sueño se deteriora, pudiendo dar lugar a la hipersomnia. La interrupción del sueño se ha asociado a algunas patologías como trastornos gastrointestinales, disfunción urinaria, epilepsia o artritis, entre otras.
¿Cuáles son las causas de la hipersomnia y su tratamiento?
Tal y como hemos indicado anteriormente, la hipersomnia puede traer causa de una amplia variedad de enfermedades, tanto sistémicas, neurológicas, como también las propiamente relativas al ritmo sueño-vigilia. Entre otras, podemos destacar:
- Enfermedades respiratorias como enfisema, bronquitis crónica o hipoventilación crónica.
- Enfermedades neurodegenerativas.
- Trastornos genéticos.
- Trastornos metabólicos y endocrinos como hipotiroidismo, deficiencia de vitamina D o anemia.
- Trastornos del sueño como apneas de sueño, insomnio, síndrome de piernas inquietas, etc.
- Narcolepsia:
- Trastornos psiquiátricos como depresión, bipolaridad, trastornos afectivos o síndrome postraumático.
- Encefalopatías difusas por enfermedades renales o hepáticas, insuficiencia cardiaca o tumores.
Otra posibilidad es que el exceso de somnolencia diurna sea el efecto secundario derivado de la ingesta de determinados fármacos o estupefacientes.
¿Qué tratamiento tiene la hipersomnia?
Una vez detectada la hipersomnia, es necesario identificar la causa, pues dependiendo de esta deberá aplicarse uno u otro tratamiento.
Así, si la hipersomnia trae causa de la ingesta de un determinado medicamento, el tratamiento consistirá en retirar este fármaco y sustituirlo por otro que no tenga tal efecto secundario pero dé una solución eficiente a la patología principal por la que se prescribió..
Si por el contrario, se trata de un síntoma de otra enfermedad no propia del ritmo sueño-vigilia, el primer paso será diagnosticar tal enfermedad en función del cuadro de síntomas que presente la persona y aplicar el tratamiento correspondiente.
Si analizados los síntomas queda descartada otra enfermedad causante de la hipersomnia, estaremos ante un supuesto de enfermedad del sueño propiamente dicha.
En particular, se tratará de una hipersomnia idiopática cuando no se encuentre una causa para la hipersomnia.
De lo contrario, estaremos ante un supuesto de narcolepsia, en virtud de la cual la persona que la padece sufre somnolencia extrema durante el día y ataques repentinos de sueño, resultando muy complicado mantenerse despiertos durante períodos largos, con independencia de cuáles sean las circunstancias.
En cualquier caso, su tratamiento dependerá de la gravedad de los síntomas.
Tratándose de hipersomnias idiopáticas o narcolepsias leves, el tratamiento suele consistir en la aplicación de una serie de medidas de higiene del sueño nocturno (mantenimiento de horarios fijos, siestas de veinte minutos, alimentación saludable, café y ejercicio físico).
De no ser suficiente, pueden prescribirse estimulantes suaves como la Pemolina magnésica o más fuertes como los derivados de las anfetaminas.